martes, 26 de mayo de 2015

Capítulo 1: Lukana Octo - Escena 1

El hombre llevaba una camisa andrajosa que tenía un nudo abierto, sus ojos mirando con indiferencia a la calle.
Sus pasos eran tan inestables que parecía que una ráfaga de viento sería suficiente para que vuele lejos.
Al pasar caminando el hombre harapiento, todos arrugan sus caras.
Hoy fue el comienzo del año, el día en el que el festival de año nuevo se celebró. Todo el mundo trata de llevar el traje más presentable este día, poniendo una sonrisa amable para intercambiar saludos. Esa fue precisamente la razón por la cual la fantasmal aparición del hombre sorprendía más de lo habitual, haciendo que parezca como si una nube gris se asomara sobre su cabeza.
Sin embargo, todo el mundo se limitó a mirarlo desde lejos, nadie lo reprendió o intentó echarlo fuera de la ocupada capital de Lasaland. Nadie podía.
Debido a que todos sabían que él era el duque de la región Asmodean.
(El duque realmente se volvió mentalmente inestable)
(Después de haber pasado por ese horrible accidente, no se puede evitar)
(Tan lamentable…)
No estaba seguro si había oído realmente las palabras dichas por los ciudadanos, Sateriasis arrastraba los débiles pies hacia el cruce de carreteras. Nadie sabía dónde estaba tratando de llegar; tal vez, incluso el mismo Sateriasis no tenía idea.
No mucho tiempo después... su silueta cayó hacia adelante en silencio hasta que tocó el pavimento de piedra, luego su silueta dejó de moverse.
“¡Ah!”
Una voz sorprendida provenía de algún lugar. Sin embargo, nadie se adelantó de inmediato para ayudarle a levantarse. A pesar de ser una situación frecuente, las personas cercanas carecían de la capacidad para responder con flexibilidad y rapidez.
--A excepción de una persona.
“¡¿Estás bien?!”
Una mujer salió corriendo de la multitud que rodea a Sateriasis tirado en el suelo. Ella sostuvo su espalda, dándole la vuelta para poder levantarlo.
En este momento, la multitud finalmente reaccionó. Unos hombres vinieron a ayudar a levantar Sateriasis arriba.
“De todos modos, llévenlo allí primero, conozco al  propietario de esa tienda.”
La mujer dijo mientras señalaba al edificio más cercano, una sastrería.
Siguieron sus palabras y llevaron a Sateriasis dentro de la tienda.



~Agradecimientos especiales a Luciano Ruiz~

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