Mientras que el jefe de Abito estaba perplejo por la repentina visita del señor feudal, lo recibió con la mejor sonrisa que pudo y pidió un muchacho a hacer los preparativos para su hospitalidad inmediatamente.
“No, eso no es necesario.”
Sateriasis levantó las manos para enfatizar que no quería problemas con él.
“Es mi culpa por no informarle de antemano. Me disculpo por cargar a ti.”
“¿Qué...? Pero entonces, ¿Por qué de repente nos visitó hoy?”
“Mantener el estado del territorio es uno de los deberes del señor feudal. Desde que heredé las posiciones de mi padre, no he actuado como un Señor. Ya era hora de que yo lo haga, creo.”
“¿En serio? Eso es lindo de su parte.”
El viejo jefe de la aldea dio más de una sonrisa que antes.
“Mientras vivía, el anterior Señor Duque Ilotte visitaba nuestra aldea directamente una vez al año para escuchar nuestras opiniones en cosas como las tasas de impuestos y la preparación para desastres. Sólo una vez cuando usted era joven, su padre lo había traído aquí, Señor Sateriasis. ¿Lo recuerda?”
“... Ah. Eso creo.”
Sateriasis no lo recordaba pero decidió ir junto con la historia del jefe de la aldea.
“Durante ese tiempo, usted era en gran medida un chico lindo, arrasando con las mujeres, tanto jóvenes como mayores. Ahora que eres tan guapo, el difunto Duque Ilotte seguramente estaría orgulloso... siento lo de su padre.”
Entonces, el jefe de la aldea comenzó a hablar una longitud de historias que recordaba sobre el Duke Ilotte. Sateriasis quería mirar alrededor del área apropiada para Mikulia pero el jefe de la aldea no estaba dejando que se escape.
Una hora pasó. Junto a él, I.R. hecho un gran bostezo.
“Santo cielo... él divaga. Voy por adelante.”
Una vez que ella le dijo eso a Sateriasis, el gato rojo salió corriendo a alguna parte.
~Agradecimientos especiales a Luciano Ruiz~
No hay comentarios:
Publicar un comentario