domingo, 21 de febrero de 2016

Capítulo 4: Yufina Marlon - Escena 1

"Es mejor que no nos volvamos a ver de nuevo"

Dijo la mujer.

"¿Qué? ¿Por qué?"

Preguntó el hombre atentamente.

"Sólo porque sí."

Respondió ella.

"No puedo aceptar eso."

El hombre se negó a ceder.



Al oeste del Imperio Beelzeniano estaba el Mar Hark. Más hacia el oeste, a través del Mar Hark, estaba la isla de Marlon. Allí, dos naciones luchaban por el control de la isla. Uno de esos países era Marlon del este. Al caer la tarde, la pareja se reunió en la ciudad de Jamet en la costa este. Se intercambiaron un abrazo como siempre, susurraron palabras de amor a cada uno, como siempre, se besaron como siempre. Y luego hicieron una oferta justa entre sí, igual que siempre. Desde luego, se querían. Pero, al mismo tiempo, era un amor prohibido.

"...... No volveré por ahora."

A pesar de que la mujer lo dijo y trató de irse, el hombre la agarraba.

"Yufina, espera. No hemos terminado de hablar todavía."

"Si tardo más tiempo, mi marido va a sospechar."

"Si vas a estar a bordo del barco que viaja a Beelzenia mañana, no nos veremos durante algún tiempo. Por lo menos vamos a estar juntos por sólo otra— —"

"Karchess, no digas cosas tan egoístas..... Si llegaran a conocer nuestra relación, los dos estaremos arruinados."

"Lo sé. Yo sé que lo que digo está mal. Pero todavía quiero estar contigo."

La mujer era un poco problemática ya que el hombre también se aferraba mucho a ella.

La sensación de no querer irse era la misma para ella. Sin embargo, ella era consciente de su propia situación, más que el hombre. La mujer no pudo evitarlo, se quitó el collar de su cuello [...], y se lo entregó al hombre. El collar tenía una llave dorada que colgaba de ella. La mujer siempre lo llevaba colgando sobre ella. Era un recuerdo de su madre.

"Hasta que vuelva, toma esto en mi lugar. Es algo importante. Piensa en esto como yo y ten cuida— —"

"¿Se supone que debo simplemente aceptar esto?"

Había rabia en la voz del hombre. Porque él estaba convencido de que esa llave collar en realidad se la entregó como indemnización para despedirse.

"¿Hay un problema con aceptar lo que yo te entregué...... Está bien, mi estancia en Beelzenia no será muy larga. Es una visitar de regreso a la casa de mi marido, no por política. Una vez que regrese...... ¿Vengo a verte de inmediato? ¿Bien?"

La mujer le dijo con una sonrisa. Al ver esa sonrisa, el hombre se calmó un poco, y apretó la llave collar.

Aunque el hombre y la mujer tenían la misma edad, era como si hubiera una diferencia en sus edades mentales. Él era a menudo mucho más infantil en comparación con ella, pero era una parte linda de lo que a ella le gustaba.

"Bueno...... Ahora me voy llendo, Conde Karchess Crim."

Su forma de llamarlo en público— — era para referirse a él como a su secuaz favorito.

El hombre se apartó de ella con nada más que una señal de adiós.



Su nombre era Yufina Marlon. Ella era la Reina de Marlon.

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